7 vidas

1. Cuando tenía 2-3 años me subí a la cornisa de la ventana de la cocina que da al patio de luces, y me quedé allí a gatas. Mis padres viven en un cuarto, así que cuando mi madre me vió se asustó bastante. Estaba sujeta sólo por una de esas persianas que suben y bajan con una cuerda, y mi madre no se atrevía a llamarme por si al moverme me caía. Dice que se acercó temblando y pudo cogerme.

2. Cuando ya tenía unos años más, ponle 6-7, estaba en una piscina con mi flotador, y una de las veces que me lancé, el flotador se me salió por la cabeza y yo me hundí. Lo recuerdo perfectamente, sumergida el tiempo pasa muy lento. Gracias que llevaba el pelo largo y era lo único que flotaba. Una amiga de mi hermana los vió y me sacó...por los pelos, nunca mejor dicho.

3. Años después estaba en Ceuta con mi abuela. Estaba buscando un regalo para mi hermana, un colgante. Tardé bastante en decidirme, pero al final elegí uno y salimos de la tienda. Pasaron segundos cuando a nuestras espaldas cayó un andamio o algo metálico de una obra, a escasos metros de nosotras. Si llego a tardar poco más en pagar no lo cuento.



Dicen que los gatos tienen 7 vidas...¿y nosotros?

...pero ahora frente a frente aquí sentados, festejemos que la vida nos cruzó.