Me gustan los recopilatorios porque ninguna canción es prescindible. Todas son temazos. Este disco no es que lo quemara en su momento, es que lo sigo quemando...de hecho me lo voy a poner, coño.
Siempre es buen momento.
Además, siempre me ha parecido que las letras me guiñaban un ojo, como guardándome el secreto.
Tal vez yo no sea tu hombre ideal, ni tú mi mujer pero igual...
4. Jagged Little Pill de Alanis Morissette (1995).
Me parece un disco acojonante.
Llegó un momento que de tanto escucharlo hasta me saturé, pero es que cada vez que lo revisito...me encanta.
Y sí, la canción estrella es la que más me gusta, poco original ponerla, pero es que si yo fuera rencorosa...que no lo soy, pero si lo fuera...habría compuesto algo parecido.
Buscando el año y la portada del disco me acabo de enterar de la polémica que causó en su momento tanto por las letras como por la foto...
Yo a lo mío, me pasé un verano entero quemando el disco y botando como una loca cada vez que en la disco ponían la de Puto. Al final va a ser verdad que era rapera.
Hace tiempo os hablé de mi puto vecino, ése que me dio la bienvenida al piso rayándome la puerta de casa...bien, pues ha crecido y ahora me saca dos cabezas. Después de la bronca que le eché intenta ni mirarme cuando nos cruzamos, pero si le volviera a dar por tocarme los cojones, cualquiera le dice nada ahora...
A lo que iba.
En el edificio de mis padres siempre han vivido unos gemelos con su abuela y con su tío, que está loco (siempre va por la calle hablando solo y repitiendo la neura por la que le haya dado ese día: Hoy llueve, llueve, va a llover, llueve...a que hoy llueve? y así hasta el infinito).
Los recuerdo de pequeños, pero ahora también han crecido...y JO-DER cómo se han puesto los gemelos.
Mi madre ayer contándonos una reunión de vecinos nos comentó de pasada que le había preguntado a su abuela por ellos (porque hace tiempo que sólo vemos a uno) y después siguió como si nada hablando de los ascensores...
- Ssshh, ssshhh, vuelve, mamá, céntrate...¿y qué te dijo de los nietos?
- ¿De los nietos? Pero si uno de ellos está acabando el Bachillerato...
- Pues habrá repetido, porque esos tienen más de 18.
- Y nada, el otro está trabajando en un bar y estudiando...
- ¿En qué bar?
- No sé, hija.
- Joder, mamá, te olvidas de averiguar lo esencial.
- ¿Quién? ¿Los vecinos de arriba? Esos son unos juveniles...(mi padre interviene).
- Pero legales...juveniles pero legales.
- Para que tengas un hijo y te salga como el tío (mi madre enseguida a lo práctico).
- Jajajaj, es que yo no quiero tener un hijo con él mamá...QUIÉN HABLA AQUÍ DE TENER HIJOS...
Ya he perdido la vergüenza hasta de decirle burradas a mis padres...
"A lo largo de nuestra vida nos vamos empapando de muchas cosas y, al final, somos el resultado de la experiencia vivida. En este caso de la experiencia escuchada. La música es algo esencial en lo cotidiano, forma ya parte inseparable de la rutina y, a cada uno, le ha marcado un determinado sonido, una melodía o una letra que le quedó grabado de forma permanente. Supongo que todos tenemos un recorrido musical, un poso en el que hemos ido creciendo, una base con la poder evolucionar. Sobre gustos ya saben lo que dicen y, en ese sentido, nuestras preferencia musicales son algo tan particular que cualquier música tiene que ser respetada como un opción libre y personal. Estoy seguro de que cada uno de ustedes tiene una lista de discos que han quemado hasta la extenuación, que nos les ha pesado escuchar una y otra vez. Algunas de esas propuestas, machacadas de forma insistente, ya no nos seducen lo que antaño y han sido superadas, aunque siempre quedaran como parte inherente de nuestra educación sentimental y otras siempre han permanecido como el sonido que nos produce un particular e intransferible placer. Al fin y al cabo, ¿quién no se ha mortificado alguna noche, escuchando una canción triste, después de un desengaño amoroso?. No tienen que ser a la fuerza discos míticos, ni tan siquiera los mejores de sus autores, pero, por razones íntimas, nos pertenecen para siempre. Estos son algunos de mis discos quemados que, poco, nada o mucho, coincidirán con los de cada uno de ustedes"
Mi selección no tiene ni orden ni concierto, seguro que hay muchos más discos quemados que se me olvidan, pero si he recordado estos con la mala memoria que gasto, se merecen estar. Yo no me voy de vacaciones pero lo voy a hacer por capítulos como Lombri, porque soy más vaga, hostia.
1. RAZORBLADE ROMANCE de HIM (1999).
Por ellos tengo el correo que tengo. Porque además del cover de Chris Isaak, que me encanta, me ponía el disco (o la cinta) vuelta y vuelta en el coche. Y porque Valo, el cantante, siempre me ha puesto MUCHO (y pude verlo en directo).
Se me desconfiguró el escritorio, el correo...en los dos ordenadores que uso en el curro.
Y joder, menos mal que puse una incidencia con carácter urgente...
A las 3 horas me llamaron para arreglarme el primero. Por teléfono. Por control remoto. Y el colega aprovechó para echarme la bronca porque tenía muchas cosas en el escritorio antiguo e iba a tardar mucho tiempo en copiarlo todo al nuevo. Que tenía que hacer limpieza, que blablabla.
Yo no tengo la culpa de que la gente no tenga vida. Yo en mi ordenador guardo música, libros, fotos...
Vaaaaaale, lo acepto. Agacho la cabeza. Limpieza hecha.
Pero el segundo ordenador, que es el que tiene el registro de mi empresa, no me lo quiso arreglar porque según él ese ordenador había que retirarlo si no tenía usuario fijo.
¿Perdona? El usuario fijo soy yo.
También.
El ordenador lo compramos nosotros y no se va a ninguna parte.
Y después de tenerme todo el puto día de ayer esperando con la acumulación de documentos para registrar, acaba de bajar, con el rabo entre las piernas, a solucionarme el problema, pero no sin aprovechar para soltarme como 50 veces:
Porque el ordenador no es nuestro, si no me lo llevaba...porque es vuestro, porque por mí lo retiraba...
Eso se llama ROBAR.
Vamos a verlo, hostia, no seas cansino y haz tu trabajo.
Estoy de los informáticos hasta el mismísimo.
Perdonavidas de los cojones.
Que sí, que hay mucho usuario capullo, pero en comparación, ganan ellos.
Llevo 3 meses de retraso con el calendario de este año, pero ahí va.
AGOSTO.
10. Víctor Claver.
Ya sabéis lo que dicen de los pelirrojos...que si dan mala suerte (ya hablaré otro día de los pelirrojos por los que me arriesgaría a 10 años de mala suerte), que cuando ves uno te tienes que tocar un botón...gilipolleces (aunque yo me lo toco...porsiacaso)
Así que le deseamos toda la suerte del mundo en los Blazers.
SEPTIEMBRE.
15. Víctor Sada.
Suplir el hueco que dejó Ricky no es fácil y yo creo que lo hace muy bien. Aunque últimamente no juega mucho, no?
Es el típico feo que podría gustarme.
OCTUBRE.
11. Fernando SanEmeterio.
Reconozco que me da miedito. Tiene una mirada inquietante (me recuerda al actor de American Beauty, el que grababa los vídeos).
Pero me gusta que sea él siempre el elegido (y no Carlos Suárez que me cae mal. Porque sí, no me gusta su jeta).
Japón pone de moda el donut (en la frente). Que sí, que ya no se llevan las gafas de pasta, que ahora está de moda inyectarse suero salino en la frente para hacerse un bulto moldeable (que por suerte sólo dura unas horas).
Estáis jodidos, modernos.
Aunque, ahora que lo pienso...nada nuevo bajo el sol.
De pequeña no me gustaba el arroz, ni la verdura, ni las legumbres, el pescado y la carne se me hacían bola...las comidas eran eternas y mi madre recurría a lo de "Si no te lo quieres comer, ya te lo cenarás..."
Sin embargo, como buena tocapelotas que soy, había dos cosas que me encantaba comerme:
1. El Colgate gel. Más que lavarme los dientes, me comía la pasta, hasta que un día me pilló mi hermana y se me acabó el chollo.
2. El Avecrem. Sí, el de cueces o enriqueces. Ahora mi madre ya no lo usa, pero cuando era pequeña sí, y me encantaba ser yo la que lo deshiciera para poder chuparme los dedos después...cuando no me guardaba un trocito directamente. Y luego estaban las hormigas rojas pequeñas, que no me encantaban pero sí que me las comía...por las proteínas y eso. Rico, rico.
El vídeo no está traducido, así que os lo creéis y punto.
A ver, monada, te lo voy a explicar para que lo entiendas.
El que va más caliente que el palo de un churrero eres tú.
Estoy hasta los cojones de los tíos que deciden cómo deben vestir sus mujeres (Ni se te ocurra ponerte esa falda que pareces una buscona, Tápate ese escote, ¿quieres que piensen que eres una fresca? y ya no digamos lo delvelo...) pero luego corren detrás de la minifalda de la vecina.
Hasta-los-cojones.
La presentadora contestó educadamente.
Yo no soy tan educada.
Yo te hubiera dicho otra cosa:
No se preocupe Sr. Ministro, la entrevista será corta y blanda...como su POLLA.
Le da palique a todo el mundo, le interese más o menos, y eso nos ha llevado a tener más de una bronca, porque da lugar a que tú te quedes mirando al techo mientras ella habla con un puto pesado porque le da pena meterle un corte (y es que el borde no se hace, nace).
Un verano estábamos en Mojácar haciéndole la cobertura a mi amiga A.
El susodicho, al que ya conocíamos, y los amigos eran una panda de pijos (pero pijos...de los que combinan color de camisa de marca con color de alpargatas, que ese verano se llevaban), aún así yo aguanté estoicamente toda la noche (si triunfa una, triunfa el equipo) pero llegó un momento en que me saturé y fui a sentarme mientras se terminaban la copa.
Uno de los amigos pensó que era el momento de atacar y que la mejor forma de ligar con L era metiéndose con ella, que si hay que ver, qué borde eres, que no me haces caso, todo el rato mirándome mal (los que se pelean se desean debió pensar)...a todo esto cogiéndola de la cintura y de donde pillaba, hasta que tanto tocarle los cojones, se los hinchó...
Así que cuando de pronto cortaron la música del local y justo se oyó: Pues si soy una borde, PA QUÉ TOCAS!!!!
El muchacho se quedó blanco.
La cara de mi amiga A era un poema.
L sufriendo, "Para un día que doy un corte se entera todo el bar".
Y yo...
Yo descojonándome, de vez en cuando no está mal que alguien haga el trabajo sucio por ti (TÍ).