Leyendo una especie de diario que escribo acabo de entender cual es mi problema con los hombres.
Les demuestro más de lo que debería (se supone que les gusta lo difícil), les doy sin que pidan y lo poco que recibo a cambio lo magnifico y malinterpreto (y no por culpa mía a ver, es que dan señales equívocas).
Y lo magnifico a pesar de ser migajas porque pienso que no puedo aspirar a nada más.
Pues se acabó.
Les demuestro más de lo que debería (se supone que les gusta lo difícil), les doy sin que pidan y lo poco que recibo a cambio lo magnifico y malinterpreto (y no por culpa mía a ver, es que dan señales equívocas).
Y lo magnifico a pesar de ser migajas porque pienso que no puedo aspirar a nada más.
Pues se acabó.
Capullos del pasado, que os den. Os habéis perdido a una tía cojonuda.
Capullos del futuro, lo tenéis difícil. Ya no me creo nada, así que para que vuelva a colgarme por alguno, vais a tener que demostrarme mucho.
Infinito.
Infinito.
Que ninguno de esos idiotas te supieron hacer reir...