Mi primer novio lo tuve cuando iba a octavo de EGB.
Fue algo muy light, yo era muy inocente y no le llegué a dar ni un beso, lo nuestro era más de darnos la mano, ir al cine...aunque él se moría por besarme, yo siempre me negué, ya ves, tontica que era una.
Era uno de los niños más guapos del cole, pero estuvo más de un año detrás de mí hasta que le hice caso (toma autobombo!).
Pasado el verano, yo empezaba el instituto en otro barrio y él empezaba octavo, separación obligatoria, aunque de primeras los dos queríamos intentarlo.
Yo volvía dispuesta a darle el beso que siempre le había negado, y él volvía de París con un regalo que darme.
No pasó ni una cosa ni otra.
Eran tiempos de teléfono fijo, nada de móviles y todo terminó con dos conversaciones, en las que yo, con mis padres casi a mi vera tuve que aguantarme las ganas de llorar.
En la primera me dijo que no quería dejarme pero que eso de estar separados, que casi que iba a ser lo mejor...mientras por detrás su primo hacía bromas y se reía, una de ellas fue "te deja porque ha encontrado a otra con las tetas más grandes".
Él le decía que se callara, que era un gilipollas, pero se reía. Se reía mientras yo me aguantaba las lágrimas.
Lo dejamos y colgué el teléfono, pero volví a llamarlo (arrastrada), por mí que no quedara duda, yo quería seguir con él a pesar de la "distancia", él me dijo que no le hiciera eso...que no podía ser.
Me dijo Te quiero y colgó.
Desde entonces creo que los te quiero están sobrevalorados.
El amor no se dice, el amor se hace.
Fue algo muy light, yo era muy inocente y no le llegué a dar ni un beso, lo nuestro era más de darnos la mano, ir al cine...aunque él se moría por besarme, yo siempre me negué, ya ves, tontica que era una.
Era uno de los niños más guapos del cole, pero estuvo más de un año detrás de mí hasta que le hice caso (toma autobombo!).
Pasado el verano, yo empezaba el instituto en otro barrio y él empezaba octavo, separación obligatoria, aunque de primeras los dos queríamos intentarlo.
Yo volvía dispuesta a darle el beso que siempre le había negado, y él volvía de París con un regalo que darme.
No pasó ni una cosa ni otra.
Eran tiempos de teléfono fijo, nada de móviles y todo terminó con dos conversaciones, en las que yo, con mis padres casi a mi vera tuve que aguantarme las ganas de llorar.
En la primera me dijo que no quería dejarme pero que eso de estar separados, que casi que iba a ser lo mejor...mientras por detrás su primo hacía bromas y se reía, una de ellas fue "te deja porque ha encontrado a otra con las tetas más grandes".
Él le decía que se callara, que era un gilipollas, pero se reía. Se reía mientras yo me aguantaba las lágrimas.
Lo dejamos y colgué el teléfono, pero volví a llamarlo (arrastrada), por mí que no quedara duda, yo quería seguir con él a pesar de la "distancia", él me dijo que no le hiciera eso...que no podía ser.
Me dijo Te quiero y colgó.
Desde entonces creo que los te quiero están sobrevalorados.
El amor no se dice, el amor se hace.
Y la verdad no se por qué se me olvidó que te olvidé, a mí que nada se me olvida.