20 febrero 2014

lo normal

No me gustan las webs de ligue, nunca he durado mucho (soy insociable coño!), pero reconozco que siempre han dado para unas risas...


Quedamos a tomar café después del Pilates, es una tontería, pero siento menos presión si voy en mallas y sin arreglar que si fuera una cita y tuviera que esforzarme por parecer (más) guapa. Además, qué coño, las mallas me quedan de muerte.

Nunca he hecho esto, pero después de una semana hablando parece un tío normal, simpático, listo, y tenemos gustos y conocidos comunes...¿por qué no? Además, en la última foto que ha subido me recuerda a alguien...

Cuando llego al bar me está esperando en la puerta.

Siempre me asalta el miedo a no gustar, a que me vean y les parezca poca cosa, pero nunca me planteo el caso contrario...que él no me guste a mí.

Bingo.

Alto pero no demasiado, muy delgado (más que yo) y cara demacrada.

Pedimos dos cervezas y nos sentamos.

Él habla. 

De vez en cuando le pregunto algo que viene a colación y él sigue hablando...y habla...y habla...creo que le gusta oírse y en el fondo doy gracias porque yo no tengo nada que decir. No es que esté incómoda del todo pero es que no me inspira nada.

La primera vez que miro el reloj sólo han pasado 20 minutos.

Me doy cuenta de que me habla de perfil, su lado bueno pienso. Al rato lo corroboro.

Yo asiento, sonrío y escucho.

Como si estuviera trabajando. 

Florero modo ON.

Tengo la boca seca, hace tiempo me terminé la cerveza y no quiero pedir más para no alargar la cosa.

Al cabo de 2 horas, que sorprendentemente no se me han hecho TAN eternas, dice que se tiene que ir porque curra esa noche, paga y salimos.

La despedida es un poco tensa, noto que me repasa de arriba abajo, yo sé que no quiero volver a verlo, feeling cero (mutuo supongo, a no ser que le vayan las mudas)...dos besos y listo. Que te vaya bonito.

Pero a la mañana siguiente me llega un mensaje: ¿Qué haces?

Contesto sin entusiasmo dejando pasar un tiempo considerable.

1ª señal.

De ahí paso a ignorarlo directamente.

2ª señal.

A ignorarlo más fuerte.

3ª señal.

Chico listo.

No necesita una cuarta.

Finalmente lo bloqueo.

Game over.

Vamos...lo normal.



Conclusión: Nunca subestimes el poder de una muda en mallas.