y comieron perdices

La perfección no existe. No hay nada que sea perfecto. Ni una persona, ni una relación, ni una obra de arte. Nada. Y empeñarte en serlo no trae nada bueno, sólo frustración y ansiedad.

Cuando iba al instituto tenía una amiga cuyos padres aspiraban a eso. A que sus hijas fueran perfectas señoritas.

Para empezar a serlo, no le valía nuestra compañía (sería porque nuestras notas iban de notable a sobresaliente, o porque no fumábamos, o porque éramos infantiles...o quizá porque no vestíamos según el protocolo de la realeza, sí, sería eso). Nosotras no éramos las princesas a las que aspiraba su madre.

Mi amiga empezó a fumarse las clases, a suspenderlo todo (realmente no le gustaba estudiar), la cambiaron de Instituto para tenerla más controlada y alejarla de la gentuza de los institutos públicos y por supuesto, dejó de llamarnos y de quedar con nosotras.

Con el tiempo nos la encontramos, parecía gritar a través de los ojos que lo sentía, que no tuvo opción y nos contó que había pasado una etapa de anorexia.

Es muy jodido quererse a una misma cuando nunca eres lo suficientemente buena para tu familia.

Así que, ¿quién coño quiere ser perfecta cuando puedes ser tú?





Julieta Venegas – Limón Y Sal

"Yo te quiero con limón y sal, yo te quiero tal y como estás, no hace falta cambiarte nada"

Pues eso.