el yoga no es para mí

El jueves pasado fui con mi madre a probar una clase de yoga kundalini. Un tipo de yoga diferente, más espiritual...(debí olérmelo desde el principio).

Cuando llegamos nos repartieron una hoja con los mantras que había que cantar (sí, cantar) al empezar y al acabar todas las clases.

Así que mientras entonaba el OOOOOOOOOOOOOONG NAAAAAAAAAAAAAAAAA MOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO, con las piernas cruzadas a lo buda y las manos juntas como si estuviera rezando, mi mente era incapaz de relajarse (que era de lo que se trataba), sólo podía pensar en qué coño hacía yo allí cuando lo que quería era estar en mi casa durmiendo la siesta.

OOOOOOOOOOOOOONG NAAAAAAAA MOOOOOOOOOOOOO...no os preocupéis, a la gente al principio le da corte lo de cantar pero en cuanto superéis esa barrera vais a alcanzar unos estados muy bonitos...(cuando superemos esa barrera y cuando nos fumemos lo mismo que tú, guapa).

Y luego los ejercicios...Inspirar, espirar...y sin coger aire, apretar culete, genitales y ombligo y toda esa energía subirla hasta el entrecejo...(joder, necesito respirar)...notar como sube...(me ahogo)...aguantar ahí...(a la mierda)...y a todo esto se me durmió el pie, así que mientras hacía el puto ejercicio de apretar culo, genitales y ombligo que se repitió a lo largo de toda la clase pero en diferentes posturas, no podía parar de menear el pie para despertarlo.

Total, que sólo conseguí relajarme al final de la clase.

Cuando me fui a mi puta casa.