Porque eso es así.
Para mis padres siempre seré la pequeña.
Pequeña gruñona y despegada, pero la pequeña de la casa.
Tan inocente...tan buena...tan formal...
Y no es que no lo sea (lo de pequeña no tiene discusión, voy a escala ), puedo ser buena, formal e inocente.
Puedo.
Pero poder no es querer.
Y hay una gran diferencia entre lo que está mal y lo que está mal visto.
¿Mal visto por quién?
No me interesa la gente con prejuicios. Que lo "vive" todo bajo un sentimiento de culpabilidad.
No me interesan las feministas que se sienten objetos si enseñas más de la cuenta.
No me interesa el "tienes que hacerte valer". Yo sé lo que valgo. Y no por eso tengo que hacerme la estrecha.
No me interesa lo que opine nadie.
Pero mis padres...
Ay, si ellos supieran.
2 comentarios:
¡Niña! Por fin una canción que me gusta. Luego vendrá Tripi para ponerla a parir.
Lo de los padres... mejor no pensarlo mucho, lo peor son los hijos que también se creen que somos otra cosa.
Por cierto, a ver si enlazas a la tipa esta que parece que tiene un buen par de tetas.
Bubo, dale tú, yo ya tengo dos. Tetas, digo, jjajaj.
1besico!
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