Hay gente que te inspira ternura, simpatía, paz, tranquilidad, deseo, morbo... o por el contrario miedo, rechazo, ansiedad, antipatía, tristeza...
Y luego están los que te despiertan unas ganas irrefrenables (que no son tan irrefrenables porque si no más de un problema habría tenido ya) de pegarles un puñetazo.
Yo de éstos últimos cada vez encuentro más.
No sé si la edad me está agriando el carácter o es que cada vez hay más gilipollas suelto.
Me inclino por la segunda opción.
Y no, no tengo un mal día. Es lo que hay.
Y luego están los que te despiertan unas ganas irrefrenables (que no son tan irrefrenables porque si no más de un problema habría tenido ya) de pegarles un puñetazo.
Yo de éstos últimos cada vez encuentro más.
No sé si la edad me está agriando el carácter o es que cada vez hay más gilipollas suelto.
Me inclino por la segunda opción.
Y no, no tengo un mal día. Es lo que hay.